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"Sinh es nuestro castigo por dejar que las cosas se nos fueran de las manos".
Sinh es el antagonista principal de Final Fantasy X. Es una bestia similar a una ballena de tamaño gargantuesco que amenaza al mundo de Spira. Fue nombrado así por la gente de Spira, que creían que la bestia había nacido como castigo porque sus antepasados habían dependido de la Máquina y se convirtieron en una sociedad hedonista. Siguiendo las enseñanzas de Yevon, la gente de Spira cree que un día van a expiar sus crímenes y Sinh desaparecerá.
Sinh es representado por la letra Z en el alfabeto de la escritura de Yevon. Aparece en muchos lugares de Final Fantasy X, a veces combinados con la letra A, el símbolo de Yu Yevon, que simboliza el principio y el fin de las cosas.
Apariencia[]
Sinh tiene un cuerpo como el de una ballena que se mueve con un par de brazos con garras, así como patas trasera se asemejan a las aletas pectorales para realizar movimiento en el agua. Tiene una larga cola y su cuerpo está encerrado en las escamas que puede arrojar y se convierten en pequeños monstruos conocidos como Sinscales. Sinh se asemeja en muchos aspectos a la criatura bíblica Leviatán, un monstruo enorme con aspecto similar a una ballena de proporciones gigantes con varios elementos de apariencia demoníaca. Lleva en sobre cuerpo parte de una ciudad que se presume que es una parte de Zanarkand cerca de la parte posterior de la cabeza. La forma final de Sinh tiene protuberancias en similares a unas alas emplumadas que son de color púrpura en las puntas.
Etimología y simbolismo[]
El nombre de Sinh en japonés e inglés parece ser una referencia al concepto religioso de "pecar",
intencionalmente cometer un acto contra la propia religión. El nombre también está ligado al dios lunar semita "Sin", también adorado en Sumeria como Nanna.
La trama de Final Fantasy X alude a la famosa historia japonesa de Susanoo y el dragón Yamato-no-Orochi. Susanoo (Tidus) es desterrado de su hogar en el Paraíso (Zanarkand Soñado) y trata de ganar de nuevo el favor para poder regresar a su hogar. Él llega al mundo mortal (Spira) y se encuentra a dos deidades terrenales que están llorando porque tienen que sacrificar sus hijas (Invocadoras) al maligno Yamato-no-Orochi (Sinh) para evitar la destrucción de su hogar. Desean salvar a su octava hija (Yuna) de ser devorada, por lo que a Susanoo se le ocurre un plan que consiste en engañar a la enorme serpiente-dragón para emborracharla con vino ("Himno del Orador") y matarla en su estado de ebriedad.
"Yamata-no-Orochi" significa literalmente "serpiente gigante de ocho ramificaciones" y a menudo se traduce en inglés como "Eight-Forked Serpent" (Serpiente de Ocho Bifurcaciones), es un legendario dragón japonés de ocho cabezas y ocho colas. Sus diseños iniciales para Final Fantasy X muestran prototipos de Sinh serpentinos o similares a un pulpo con varios apéndices.
Historia[]
El origen de Sinh se remonta a la Guerra de las Máquinas entre Bevelle y Zanarkand. Sabiendo que no había posibilidad de victoria, Yu Yevon, el líder de Zanarkand, invocó a Sinh. Sin embargo, fue incapaz de controlar a la bestia, que destruyó Zanarkand. Desde ese momento, Sinh aterrorizó Spira atacando sus pueblos y ciudades. Fue Yunalesca quien derrotó a Sinh usando como invocación suprema a Zaon, su propio marido. Sin embargo, Yunalesca murió, mientras que Yu Yevon empezó a crear un nuevo Sinh utilizando al propio Zaon. Fue entonces cuando se creó Yevon, una escuela de pensamiento que afirmaba que Sinh sólo desaparecería si el pueblo expiaba sus pecados. Mientras tanto, la única forma de derrotarle era mediante el rito de la invocación suprema, aunque sólo temporalmente, ya que el invocador moría y la invocación final era utilizada por Yu Yevon para volver a formar a Sinh. Entre su muerte y renacimiento había un periodo conocido como la Calma. Mil años después de su aparición, fueron Yuna y sus guardianes quienes derrotaron a Sinh definitivamente, introduciéndose en su interior y eliminando al propio Yu Yevon.
Concepción religiosa[]
Según como establece el todopoderoso dogma de Yevon, principal corriente religiosa de Spira, la descomunal bestia Sinh (Sin en inglés -pecado-) es fruto de los interminables pecados que la humanidad ha cometido a lo largo de su historia y sigue cometiendo. La criatura destruye y aniquila sin piedad a modo de expiación de los mencionados pecados.
Se presenta a Sinh como un enemigo sumido en un ciclo de actividad y calma, ocurriendo esta última solo cuando un invocador logra derrotarlo mediante la invocación definitiva, si es así, Sinh desaparecerá durante diez años. Este ciclo de muerte y resurrección no llegará a su fin hasta que todos los pecados hayan sido perdonados y pagados.
Debido a esta concepción religiosa de la bestia Sinh, es utilizado continuamente y sin reparo como instrumento para atemorizar a las gentes de Spira y mantenerlas meticulosamente controladas. Sinh es el pretexto perfecto que el Clero utiliza para mantener su soberanía, con él justifican la prohibición de las máquinas (principal pecado que redimir) y, así, evitan el avance de la civilización.
Habilidades[]
Sinh es inmune a la mayoría de armamento convencional y es increíblemente resistente a los ataques, estando capacitado de proyectar una barrera para autoprotegerse. Los habitantes de Spira creen que únicamente el Eón Final puede aniquilarlo, y todos los ataques que el grupo le asesta solamente sirven para herirlo; no es hasta la muerte del espíritu de Yu Yevon que Sinh muere realmente. El ataque de Sinh por excelencia es un enorme rayo de energía que genera desde su boca conocido como "gigagravedad", un ataque tan poderoso que puede inducir movimientos de placas tectónicas visible desde el espacio exterior. Las demás partes de su cuerpo son capaces de utilizar ataques menores basados también en la gravedad. Sinh tiene afinidad con el agua y se encuentra a menudo sumergido en el océano. Se lo ha visto manipulándolo, absorbiéndolo y usándolo como arma. Si las habilidades de Sinh cambian dependiendo de qué Eón Final conforma su interior es desconocido.
Brotes de Sinh[]
Sinh tiene la capacidad de generar criaturas más pequeñas, los brotes de Sinh, desde su caparazón. Presentados en una variedad de formas, tamaños y niveles de poder, los brotes de Sinh causan problemas a cualquier persona hasta que Sinh vuelve para reabsorberlos (a no ser que sean destruidos). Los brotes aparecidos durante el juego son:
- Escamas de Sinh: brote genérico y común de Sinh.
- Emús: un brote con forma de anémona marina.
- Ekyu: un brote con aspecto de medusa.
- Guno: un brote hallado en la entrada del templo de Kilika, escondido bajo un duro caparazón.
- Guiu: una fusión de varios brotes reunidos por la Legión para la Operación Miihen.
- Gunai: el brote de mayor fuerza, con la misma forma que Guno.
Otras apariciones[]
A pesar de que Sinh únicamente aparece como tal en Final Fantasy X, este sí es mencionado en el audio drama incluido en Final Fantasy X & X-2 HD Remaster, donde parece quedar claro que no solo Sinh reaparecería, sino que Yuna tomaría la determinación de derrotarlo una vez más.
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