
Haldrath wielding the Eyes of Nidhogg.
Los Ojos de Nidhogg (The Eyes of Nidhogg en la versión en inglés) son uno de los objetos disponibles en la saga Final Fantasy.
Descripción[]
A veces mencionados simplemente como los Ojos, son poderosos artefactos que se pueden encontrar en Final Fantasy XIV y que tienen un papel muy importante en la trama del juego, Final Fantasy XIV: Heavensward. Estos objetos son, literalmente, los ojos del gran wyrm Nidhogg, que son la fuente de su poder y que cambiarán de dueño varias veces a lo largo de la historia (ya que varios personajes anhelan hacerse con ellos con fines diversos).
Historia[]
1200 años antes de los eventos de Final Fantasy XIV, existía la paz entre Ishgard y los draconianos. El ejemplo de Hraesvelgr y de Saint Shiva demostró que dos sociedades muy dispares podían coexistir y prosperar juntas en paz. De entre todos los grandes wyrms, solo Nidhogg se mostraba receloso, renegando su confianza a los mortales después de que su hermano Bahamut fuera asesinado por el imperio allaganense.
Este periodo de paz acabó (confirmando las sospechas de Nidhogg) cuandolos ascianos revelaron al rey ishgardiano Thordan I la fuente del power del gran wyrm: sus ojos. Al saberlo, Thordan y sus Doce Caballeros asesinaron a la hermana de Nidhoog Ratatoskr y consumieron sus ojos. En un ataque de rabia, Nidhogg atacó a los mortales, asesinando a Thordan y a cuatro de los caballeros, pero el hijo de Thordan, Haldrath, consiguió hacerse en el proceso con los ojos del propio Nidhogg.
Forzado a retirarse y a evitar una muerte segura al no poder ver, Nidhogg partió para encontrarse con Hraesvelgr. Rehusando a abandonar su búsqueda de venganza, Nidhogg convenció a su hermano para que, no sin poco convencimiento, le prestara su ojo izquierdo para poder vivir y comandar la horda dravaniana en su recién provocada guerra contra Ishgard, que se convertiría en la llamada guerra de Dragonsong.
Sin embargo, los ojos propios de Nidhogg se convirtieron en unas poderosas reliquias. La Visión Sagrada ocultó la muerte de Ratatoskr y promulgó que Nidhogg los había atacado sin provocación alguna como justificación para haberle arrancado los ojos. En vez de consumirlos inmediatamente como se hizo con los de Ratatoskr, los ishgardianos salvaguardaron los Ojos para absorber poder de ellos poco poco. Gracias a este poder, sus gentes pudieron hacer frente a los dragones. Incluso el propio Nidhogg pudo ser rastreado y arrinconado ante el poder de sus propios Ojos. Haldrath siempre los llevaba consigo, ganándose el título de Dragontino Azúreo, otorgado al guerrero más importante de Ishgard. Pero esta carga tenía sus consecuencias. Nidhogg estaba permanentemente conectado a sus ojos, por lo que podía ver dónde estaban en cualquier momento, y podía incluso llegar a influenciar a su portador.
Esta influencia provocó la muerte prematura de Haldrath, ya que al llevar ambos ojos el efecto empeoraba significativamente, haciendo que Haldrath acabase consumido por la ira sin fin de Nidhogg. Al darse cuenta de dicho problema, la Visión Sagrada decidió que solo el ojo izquierdo sería heredado por el futuro Dragontino Azúreo, enterrando el ojo derecho con Haldrath e inventando una nueva historia en la que Nidhogg solo perdió un ojo para evitar que la gente buscara el segundo. El ojo izquierdo sería entonces heredado por todo el linaje de Dragontinos Azúreos conocidos durante siglos de servicio en Ishgard, mientras el derecho permaneció en la tumba, y su poder hizo que el cuerpo del primer Dragontino Azúreo no se pudriese con el paso del tiempo
Final Fantasy XIV[]
El título de Dragontino Azúreo y la posesión del Ojo recaería finalmente en Sir Alberic Bale. Cuando la Horda atacó la aldea de Ferndale, Alberic pudo enfrentarse con el mismísimo Nidhogg. Durante la batalla, Alberic hirió a Nidhogg, pero al hacerlo, el propio Ojo le encumbró hasta límites insospechados. Tras decidir abandonar el poder del Ojo antes que caer ante sus efectos, finalmente Alberic consiguió derrotar al imponente wyrm. Sin embargo, al deshacerse del Ojo, el resto de dragones tuvieron vía libre para asolar la aldea. Alberic, ante semejante ataque, hizo lo que pudo y, por desgracia, solo consiguió salvar a un niño de nombre Estinien.
Dominado por una total rabia y deseo de venganza contra Nidhogg, Estinien creció y fue entrenado por el propio Sir Alberic hasta, finalmente, convertirse en Dragontino Azúreo, ganándose además el sobrenombre de "Wyrmblood" (Sangre de wyrm) durante su misión. Sin embargo, el odio de Estinien por Nidhogg le hacía particularmente susceptible a las manipulaciones del propio Ojo y, cuando éste le mostró una visión de las acciones de Sir Alberic en Ferndale, Estinien se encaró con su propio mentor, acusándolo de haber sido un cobarde y de haber renunciado al poder del Ojo para derrotar al dragón, permitiendo que arrasara con todo. Tras querer vengarse violentamente de él, Estinien fue detenido antes de matar a Alberic por el propio Guerrero de la Luz, elegido como segundo Dragontino Azúreo. Tras enfrentarse a él y perder, Estinien sucumbió a la influencia del Ojo y llamó a Nidhogg para que le concediera el poder necesario para derrotar a todos aquellos que se le opusieran. Al hacerlo, el espíritu de Haldrath apareció y le atacó, haciendo que ambos desaparecieran junto con un destello de luz.
Final Fantasy XIV: Heavensward[]

Estinien uses the left Eye against Nidhogg.
Más tarde, Estinien consiguió librarse de la influencia del Ojo, en teoría gracias a la influencia de Haldrath. Tras el ataque más reciente y devastador de la Horda Dravaniana sobre Ishgard, Estinien se embarcará en una misión junto con el Aventurero, ahora conocido como el Guerrero de la Luz, en un intento de parlamentar con el hermano de Nidhogg, Hraesvelgr, y en busca de detener o, al menos, de retrasar el siguiente ataque a la ciudad. Al enterarse de la verdad sobre el comienzo de la Guerra de Dragonsong y de la ira que Hraesvelgr sintió en Nidhogg, el grupo entenderá que Nidhogg no se detendría nunca mientras siguiese con vida. La decisión será clara: deben acabar con él. Para ello, partirán a su guarida en Aery.
Haciendo uso del poder del Ojo contra él mismo, Estinien conseguirá, por fin, acabar con Nidhogg de una vez por todas, arrancando el ojo que le quedaba de su cuenca. Sin embargo, el Guerrero de la Luz tendrá una visión del pasado que le revelará que Haldrath ya le había quitado ambos ojos. Además, Estinien notará que, aunque el ojo que él ya lleva es de color rojo, el que acaba de arrancar es amarillo (similar al único ojo de Hraesvelgr). Al preguntarle al respecto, el gran wyrm reclamará su ojo perdido y les explicará cómo se hizo Nidhogg con él. Tras darse cuenta de que la Visión Sagrada estaba escondiendo el otro Ojo de Nidhogg, y sabiendo de las terribles verdades escondidas sobre la guerra, el grupo regresará a Ishgard para contar la verdad.
El actual gobernante de Ishgard, el arzobispo Thordan VII, y su guardia personal, la Guardia del Cielo, abandonarán la ciudad y se llevarán el ataúd de Haldrath con ellos, dirigiéndose al continente flotante de Azys Lla. Tras aprender el secreto para la invocación de Primigenios de la asciana Lahabrea, Thordan esperará poder usar el Ojo de Nidhogg derecho para consumir el poder de la Triada Beligerante, para así poder convertirse él mismo en un Primigenio con tanto poder como para poder acabar él mismo con la Guerra de Dragonsong. Al tener Thordan la única llave para poder atravesar la barrera que rodea al continente, Estinien se ve obligado a usar el Ojo izquierdo para dar poder a un ariete etéreo con el que destruirá la barrera.
Mientras persigue a Thordan hasta la instalación de investigación etereoquímica, Estinien se verá obligado a permanecer en la retaguardia para contener a un contingente garleano, entregando el Ojo izquierdo al Guerrero de la Luz. Este usará el poder del ojo para derrotar al asciano Igeyorhm. Antes de hacer lo mismo con Lahabrea, Thordan apareerá y sacará el Ojo derecho de la tumba de Haldrath, transformándose en un Primigenio de enorme poder y autoproclamado como Rey Thordan El Rey Thordan tendrá el poder del Ojo alojado en el pomo de su espada Ascalon, y será alabado por la fe de miles de oradores de Ishgard. En este estado, acabará con Lahabrea, pero no podrá con el Guerrero de la Luz, que acabará derrotándolo.
Con Thordan y Nidhogg derrotados, Estinien reclamará ambos Ojos. Por desgracia, confiando en que se podría acabar la guerra poseyendo ambos Ojos, se verá consumido completamente por su poder. El odio de Nidhogg era tal que, a través de sus ojos, renacerá en el propio cuerpo de Estinien, con su fuerza al completo. En ese momento se retirará para reagrupar a la Horda Dravaniana para un último asalto a Ishgard.

Estinien corrompido por los Ojos
Cuando Nidhogg resurja, adoptará la forma de Estinien para poder burlarse de Ishgard, con su cuerpo totalmente corrupto y fundido con los Ojos, además de habiéndole surgido sendas alas draconianas. Nidhogg pudo ser derrotado gracias a la intervención de Hraesvelgr, que le dará al Guerrero de la Luz uno de sus propios ojos para protegerlo del enorme poder surgido de la rabia de Nidhogg. Gracias a ello, el gran wyrm será derrotado una vez más, y el Guerrero de la Luz y sus aliados arrancarán los Ojos del cuerpo muerto de Estinien, lanzándolos al valle bajo los Pasos de la Fe, liberando al dragontino de la opresión de Nidhogg definitivamente.
Por desgracia, esto no hará desaparecer a los Ojos por completo. Debido a ello, los Guerreros de la Oscuridad del asciano Elidibus los encontrarán, y se los entregarán al Grifo, un rebelde Ala Mhigan extremista. El Grifo los usará más tarde, junto con su propia vida y la de sus seguidores, como catalizadores para la invocación de Shinryu, el Primigenio. Shinryu adquirirá una forma draconiana gracias, en parte, a que los Ojos de Nidhogg serán la fuente principal del éter necesario para su invocación.
Final Fantasy XIV: Stormblood[]
Estinien perseguirá a Shinryu por toda Gyr Abania, ya que los ojos de Nidhogg eran su responsabilidad. Después de la derrota de Shinryu a manos del guerrero de la Luz, los Ojos se perdieron en la Colección Real, donde fueron encontrados más tarde por Estinien. Aunque parecían completamente agotados de éter e inertes por la invocación de Shinryu, Estinien se decidió finalmente por destruirlos, concluyendo con el legado mortal de Nidhogg.
Etimología[]
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